lunes, 14 de enero de 2013

NUESTRA ESPERANZA DEBE ESTAR PUESTA ANTE LOS OJOS DE DIOS

La esperanza no cabe dentro de un alma que está saturada de desaliento, desesperanza y amargura. Es como poner en una pecera llena de pirañas, unos peces dorados; en pocos minutos las pirañas los devoran. En cambio en un alma llena de fe, la esperanza y el amor florecen. Es por eso que el maligno trata de bombardearte continuamente con pensamientos de amargura, desesperanza y desaliento. Pero si te alimentas con la Palabra de Dios tu fe, tu esperanza y tu amor crecerán dentro de ti hasta dimensiones insospechadas. En Juan 10:10 Jesús dice: El ladrón no viene si no para hurtar y matar y destruir; yo he venido para tengan vida, y para que la tengan en abundancia 

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